martes, 31 de agosto de 2010

Sietes pecados Capitales

Son siete: Orgullo, Avaricia, Gula, Lujuria, Pereza, Envidia e Ira.
Los pecados o vicios capitales son aquellos a los que la naturaleza humana caída está principalmente inclinada. Es por eso muy importante para todo el que desee avanzar en la santidad aprender a detectar estas tendencias en su propio corazón y examinarse sobre estos pecados.

Los pecados capitales son enumerados por Santo Tomás (I-II:84:4) como siete:

  • Orgullo, Avaricia, Gula, Lujuria, Pereza, Envidia, Ira.San Buenaventura (Brevil., III,ix) enumera los mismos. El número siete fue dado por San Gregorio el Grande (Lib. mor. in Job. XXXI, xvii), y se mantuvo por la mayoría de los teólogos de la Edad Media. Escritores anteriores enumeraban 8 pecados capitales: San Cipriano (De mort., iv); Cassian (De instit. cænob., v, coll. 5, de octo principalibus vitiis); Columbanus ("Instr. de octo vitiis princip." in "Bibl. max. vet. patr.", XII, 23); Alcuin (De virtut. et vitiis, xxvii y sgtes.)

  • El término "capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da origen a muchos otros pecados. De acuerdo a Santo Tomás (II-II:153:4) “un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal”.

    Lo que se desea o se rechaza en los pecados capitales puede ser material o espiritual, real o imaginario.

    1. Soberbia u Orgullo

    Consiste en una estima de sí mismo, o amor propio indebido, que busca la atención y el honor y se pone uno en antagonismo con Dios (Catecismo Iglesia Católica 1866)

    Virtud a vencer:

    Humildad

    La virtud moral por la que el hombre reconoce que de si mismo solo tiene la nada y el pecado. Todo es un don de Dios de quien todos dependemos y a quien se debe toda la gloria. El hombre humilde no aspira a la grandeza personal que el mundo admira porque ha descubierto que ser hijo de Dios es un valor muy superior. Va tras otros tesoros. No está en competencia. Se ve a sí mismo y al prójimo ante Dios. Es así libre para estimar y dedicarse al amor y al servicio.

    La humildad no solo se opone al orgullo sino también a la auto abyección (auto humillación) en la que se dejaría de reconocer los dones de Dios y la responsabilidad de ejercitarlos según su voluntad.

    2. La Avaricia

    Inclinación o deseo desordenado de placeres o de posesiones. Es uno de los pecados capitales, está prohibido por el noveno y décimo mandamiento. (CIC 2514, 2534)

    Virtud a vencer:

    Generosidad

    Dar con gusto de lo propio a los pobres y los que necesiten.

    3. La Lujuria

    El deseo desordenado por el placer sexual. Los deseos y actos son desordenados cuando no se conforman al propósito divino, el cual es propiciar el amor mutuo de entre los esposos y favorecer la procreación.

    Es un pecado contra el Sexto Mandamiento y es una ofensa contra la virtud de la castidad.

    Como vencer la lujuria:

    Dios bendijo al hombre y a la mujer con atracción mutua. Mientras ambos viven bajo el amor de Dios, sus corazones buscan el amor divino que es ordenado hacia darse buscando ante todo el bien del otro. El placer entonces es algo bueno pero muy inferior. En comunión con Dios se ama verdaderamente y se respeta a la otra persona como hijo o hija de Dios y no se le tiene como objeto de placer. En el orden de Dios se puede reconocer la necesidad de la castidad para que el amor sea protegido. Es necesario entonces conocer y obedecer el sentido que Dios ha dado a la sexualidad.

    Pero el pecado desordenó la atracción entre hombre y mujer de manera que el deseo carnal tiende a separarse de propósito divino y a dominar la mente y el corazón. La lujuria crece cuanto mas nos buscamos a nosotros mismos y nos olvidamos de Dios. De esta manera lo inferior (el deseo carnal) domina a lo superior (el corazón que fue creado para amar). Cuando la lujuria no se rechaza con diligencia, el sujeto cae presa de sus propios deseos que terminan por dominarle y envilecerle.

    La lujuria se vence cuando guardamos la mente pura (lo cual requiere guardarse de miradas, revistas, etc. que incitan a la lujuria) y dedicamos toda nuestra energía a servir a Dios y al prójimo según nuestra vocación. Si nos tomamos en serio nuestra vida en Cristo podremos comprender el gravísimo daño que la lujuria ocasiona y, aunque seamos tentados estaremos dispuestos a luchar y sufrir para liberarnos. Un ejemplo es San Francisco, quien al ser tentado con lujuria se arrojó a unos espinos. Así logró vencer la tentación.

    Virtud a vencer:

    Castidad

    Es la virtud que gobierna y modera el deseo del placer sexual según los principios de la fe y la razón. Por la castidad la persona adquiere dominio de su sexualidad y es capaz de integrarla en una sana personalidad, en la que el amor de Dios reina sobre todo.

    4. La Ira

    El sentido emocional de desagrado y, generalmente, antagonismo, suscitado por un daño real o aparente. La ira puede llegar a ser pasional cuando las emociones se excitan fuertemente.

    Virtud a vencer:

    Paciencia

    Sufrir con paz y serenidad todas las adversidades.

    "Si buscas un ejemplo de paciencia encontrarás el mejor de ellos en la cruz. Dos cosas son las que nos dan la medida de la paciencia: sufrir pacientemente grandes males, o sufrir, sin rehuirlos, males que podrían evitarse. Ahora bien, Cristo en la cruz sufrió grandes males y los soportó pacientemente, ya que en su pasión "no profería amenazas; como cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca" (Hch 8,32). Grande fue la paciencia de Cristo en la cruz: "Corramos en la carrera que nos toca, sin retirarnos, fijos los ojos en el que inició y completa nuestra fe: Jesús, que, renunciando al gozo inmediato, soportó la cruz, despreciando la ignominia" (Heb 12,2). -Santo Tomás de Aquino. Exposición sobre el Credo.


    5. La Gula

    Es el deseo desordenado por el placer conectado con la comida o la bebida. Este deseo puede ser pecaminoso de varias formas:

    1- Comer o beber muy en exceso de lo que el cuerpo necesita.
    2- Cortejar el gusto por cierta clase de comida a sabiendas que va en detrimento de la salud.
    3- Consentir el apetito por comidas o bebidas costosas, especialmente cuando una dieta lujosa está fuera del alcance económico
    4- Comer o beber vorazmente dándole mas atención a la comida que a los que nos acompañan.
    5- Consumir bebidas alcohólicas hasta el punto de perder control total de la razón. La intoxicación injustificada que termina en una completa pérdida de la razón es un pecado mortal.

    Virtud a vencer:

    Templanza

    Moderación en el comer y en el beber. Es una de las virtudes. Vence al pecado capital de gula.

    La virtud de la templanza conduce a evitar toda clase de exceso, el abuso de la comida, del alcohol, del tabaco y de las medicinas. Quienes en estado de embriaguez, o por aficción inmoderada de velocidad, ponen en peligro la seguridad de los demás y la suya propia en las carreteras, en el mar o en el aire, se hacen gravemente culpables (CIC 2290).


    6. La Envidia

    Rencor o tristeza por la buena fortuna de alguien, junto con el deseo desordenado de poseerla. Es uno de los siete pecados capitales. Se opone al décimo mandamiento. (CIC 2539)

    Virtud a vencer:

    Caridad

    La tercera y principal de las Virtudes Teologales. La caridad es el amor de Dios habitando en el corazón.


    7. La Pereza

    Falta culpable de esfuerzo fisico o espiritual; acedia, ociosidad. Es uno de los pecados capitales. (CIC 1866, 2094, 2733)

    Virtud a vencer:

    Diligencia

    Prontitud de ánimo para obrar el bien.
  • jueves, 26 de agosto de 2010

    Cien años de la Madre Teresa de Calcuta



    Nueva Delhi.- Miles de personas celebran este jueves en todo el mundo el centenario del nacimiento de la beata católica Teresa de Calcuta, reconocida figura a nivel popular y una de las misioneras más carismáticas de la Iglesia Católica.

    El centro de las celebraciones ha sido la capital del estado indio de Bengala (este), Calcuta, la ciudad en la que la fundadora de las Misioneras de la Caridad inició su labor asistencial de décadas en pro de los más desfavorecidos.

    La sede allí de las Misioneras de la Caridad acogió por la mañana una misa especial en recuerdo de la monja ante unos 1,000 fieles, oficiada por el arzobispo de Calcuta, Lucas Sirkar, y acompañado por el cardenal Telesphore Placidus y su archidiócesis en pleno.

    En ella estaban presentes además sacerdotes, peregrinos, cooperantes y voluntarios procedentes de distintas ciudades españolas y latinoamericanas, dijo a Efe el responsable de voluntarios de habla hispana de la congregación, Antonio Mesas.

    "Tras la misa hemos bajado a la tumba de Madre Teresa y la hermana Prema ha encendido una vela en su honor", explicó Mesas.

    La misa marca el inicio de numerosos actos, como un festival de cine, una exposición y otros actos culturales, que tendrán lugar durante los próximos días para honrar la memoria de la monja tanto en la capital bengalí como en otros lugares del mundo.

    En ese mismo orden, el papa Benedicto XVI recordó este jueves en un mensaje el "inestimable don" que fue la Madre Teresa de Calcuta para la Iglesia y el mundo en ocasión del cien aniversario de su nacimiento.

    La oficina de prensa del Vaticano hizo publico el mensaje que Benedicto XVI ha enviado a Mary Prema, la superiora general de las Misioneras de la Caridad, orden fundada por la Madre Teresa, y que fue leído durante la misa celebrada por el arzobispo de Calcuta, Lucas Sirkar, en la sede de la congregación.

    En la misiva, el Papa también invita a las misioneras a continuar el trabajo de la monja albanesa "junto a los más pobres de los pobres, a los enfermos y a las personas solas y abandonadas".

    Para el Pontífice, la Madre Teresa "ha sido para el mundo el ejemplo de las palabras de San Juan: Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros".

    En la actual capital de Macedonia y ciudad natal de la religiosa, Skopje, las autoridades realizaron este jueves una ofrenda floral ante una estatua levantada en su honor en el centro de la localidad, y esta noche organizarán una fiesta en el Parlamento nacional.

    Francia ha emitido monedas conmemorativas en la que aparece la efigie de la misionera, y las oficinas de correos de Albania, Kosovo y Macedonia han acordado emitir un sello conjunto, algo que también van a hacer países como Mónaco o Estados Unidos.

    Inés Gonxha Bojaxhiu, nacida en Skopje el 26 de agosto de 1910, recibió el Nobel de la Paz en 1979 y fue beatificada en 2003 por las autoridades de la Iglesia Católica.

    Durante medio siglo llevó a cabo una labor asistencial en Calcuta con las Misioneras de la Caridad, la orden que fundó tras una experiencia mística.

    Lo que empezó como una congregación que ayudaba a los más desfavorecidos de la depauperada Calcuta es hoy una red que cuenta actualmente con unas 4,500 religiosas en unos 130 países, donde tienen 710 casas dedicadas a asistir a los pobres y enfermos.

    Teresa de Calcuta falleció el 5 de septiembre de 1997 a la edad de 87 años en su habitación de la sede de las Misioneras de la Caridad, que mantienen su legado en la India, donde la misionera es aún muy popular, por encima de las creencias religiosas.

    En la India sólo un 2,3 por ciento de la población profesa el cristianismo y algunos misioneros han sido acusados en el pasado de proselitismo, aunque la figura de Teresa de Calcuta concita la admiración del pueblo gracias a su dedicación por los pobres.

    Fuente noticiasin.com

    domingo, 22 de agosto de 2010

    La Iglesia que Yo Amo

    Saludos feles seguidores de este blog en esta ocasión le traigo un fragmento del poema por ..::P. Esteban Gumucio::.

    Amo a esta iglesia que se acerca a la herida de su Cristo.
    La iglesia de Puebla y Medellín, de Dom Elder, de Romero y Luther King,
    que vienen de la mano de Moisés, David, Isaías y Exequiel.

    Amo a la iglesia que va con su pueblo sin transigir la verdad,
    Defiende a los perseguidos y anhela la libertad.

    Amo a la iglesia esperanza y memoria,
    A la iglesia que camina y a la iglesia de la santa nostalgia,
    Sin la cual no tendrían futuro.

    Amo a la iglesia del verbo duro y del corazón blando.
    Amo a la iglesia del derecho y del perdón.
    La iglesia del precepto y de la compasión,
    Jurídica y carismática, corporal y espiritual,
    Maestra y discípula,
    Jerárquica y popular.

    Amo a la iglesia de la inferioridad, la pudorosa iglesia de la indecibilidad.
    Amo a la iglesia sincera y tartamuda,
    A la iglesia enseñante y escuchante,
    La iglesia audaz, creadora y valiente,
    Y a la santa iglesia convaleciente.
    Amo a la iglesia perseguida y clandestina,
    Que no vende su alma al dinero omnipotente.
    Amo a la iglesia tumultuosa ya la iglesia de surcos milenarios,
    Amo a la iglesia testimonial y a la iglesia herida de sus luchas interiores y exteriores.
    Amo a la iglesia por conciliar que va de la mano respetablemente de la Santa iglesia tradicional.
    Amo a la iglesia de la serena ira,
    A la iglesia de Irlanda y Polonia, de Guatemala y de El Salvador,
    A la iglesia de los postergados y a la iglesia de la multitud de marginalizados.
    No quiero una iglesia de aburrimiento, quiero una iglesia de ciudadanía,
    De pobres en su casa, de pueblos en fiesta, de espacios y libertades,
    quiero ver a mis hermanos aprendiendo y enseñando al mismo tiempo,
    iglesia de un solo Señor y Maestro,
    Iglesia de la palabra y de los sacramentos.

    Amo a la Iglesia de los Santos y de los pecadores
    amo a esta Iglesia ancha y materna
    no implantada por decreto,
    la Iglesia de los borrachos sin remedio,
    de las prostitutas que cierran su negocio el Triduo Santo.

    Amo a la Iglesia de lo imposible
    la Iglesia de la esperanza a los pies de la mujer,
    la Santa Madre María.
    Amo a esta Iglesia de la amnistía,
    la Santa Iglesia de todos los días.
    Amo a la Iglesia de Jesucristo,
    construida en firme fundamento,
    en ella quiero vivir
    hasta el último momento.

    ..::P. Esteban Gumucio::.

    Estos versos fuerón escritos por el Padre Esteban Gumucio Vives ss.cc. (1914 - 2001) quien se los envió al Cardenal Raúl Silva Henriquez (1907 - 1999) en reconocimiento a sus 20 años de servicio pastoral en la Iglesia de Santiago Chile.
    Publicado en "POEMAS" de Esteban Gumucio ss.cc. pp. 83-89 NOV-2005

    miércoles, 18 de agosto de 2010


    ¿Qué es la oración?


    No podemos hacer oración bien si primero no sabemos qué es. Descubre la oración y qué es exactamente.


    La oración es a la vez algo fácil y difícil. Fácil porque hablar con Dios es algo que podemos hacer en cualquier momento, prácticamente en cualquier circunstancia. Y es difícil porque a veces no sabemos exactamente qué es hacer oración, porque las ocupaciones diarias nos absorben o simplemente porque hay una gran resistencia a sentarse un rato para hablar con Dios.

    Para poder hacer bien la oración, para rezar bien, es importante entender qué es la oración.

    Orar es hablar con Dios, de tú a tú, como le habla un hijo a un padre. Y a Dios podemos decirle cualquier cosa: lo que vivimos, nuestras preocupaciones, lo que hemos logrado, en lo que necesitamos su ayuda, incluso platicarle nuestro día tal y como lo haríamos con la gente a la que le tenemos confianza y le queremos. La oración es un dirigirse a Dios para alabarlo, agradecerle, reconocerlo y pedirle cosas que sean para nuestro bien.


    Es buena idea conocer las definición de oración de algunos autores espirituales, santos, doctores de la Iglesia y el Santo Padre:

    • No es otra cosa oración mental, a mi parecer, sino tratar de amistad, estando muchas veces tratando a solas con quien sabemos nos ama (SANTA TERESA, Vida, 8, 2).

    • La oración es la elevación del alma hacia Dios y la petición de lo que se necesita de Dios. (SAN PEDRO DAMIAN, en Catena Aurea, vol. III, p. 304)

    • La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Criador.(SANTO CURA DE ARS, Sermón sobre la oración)

    • La adoración es el acto por el que uno se dirige a Dios con ánimo de alabarle (ORIGENES, Trat. sobre la oración, 14).

    • La oración es el acto propio de la criatura racional. (SANTO TOMÁS, Suma Teológica, 2-2, q. 83, a. 10)

    • La oración es el reconocimiento de nuestros límites y de nuestra dependencia: venimos de Dios, somos de Dios y retornamos a Dios. Por tanto, no podemos menos de abandonarnos a El, nuestro Creador y Señor, con plena y total confianza [...]. La oración es, ante todo, un acto de inteligencia, un sentimiento de humildad y reconocimiento, una actitud de confianza y de abandono en Aquel que nos ha dado la vida por amor. La oración es un diálogo misterioso, pero real, con Dios, un diálogo de confianza y amor.

    El Catecismo de la Iglesia Católica nos explica en síntesis que "La oración es la elevación del alma hacia Dios o la petición a Dios de bienes convenientes" (CEC 2590), es decir, pedirle lo que es bueno para nuestra alma y nuestra salvación. Cualquier cosa que sea contraria a esto, por supuesto que no nos la concederá, porque ante todo nos ama y nunca haría nada para hacernos daño.

    En las definiciones anteriores encontramos varias palabras "clave" en el concepto de la oración: diálogo, elevación, adoración, tratamiento de amistad. En la oración nuestra mente se eleva a Dios para alabarlo y pedirle cosas convenientes a nuestra salvación.

    Ya sabemos qué es la oración, aunque hay muchos tipos diferentes. Mencionaremos las clases de oración más importantes:

    En primer lugrar, muchos pueden preguntarse qué diferencia hay entre la oración que se hace por ejemplo en la Santa Misa y la que hacemos solos frente al Sagrario o en nuestra casa, esto es la diferencia entre la oración privada y la pública. Explicaremos la primera:

    Algunos recordarán que Jesucristo nos dijo "...cuando vayas a orar, entra en tu aposento y, después de cerrar la puerta, ora a tu Padre, que está allí, en lo secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. " Mt 6,6 Esta es una oración privada, personal en la que solamente estamos a solas con Dios. Esta oración es fundamental, verdaderamente el pilar de la vida interior. Con ella nos acercamos a Dios y nos dirigimos a Él que es persona. Dios, nuestro Padre en el cielo está siempre presente y lo puede todo (es omnipotente y omnipresente), y cuando Jesús nos indica que vayamos a nuestro aposento y cerremos la puerta para orar privadamente, es porque Dios quiere vernos a solas, como una Padre se sienta a hablar cariñosamente con su hijo sobre las cosas más privadas, más trascendentes y más importantes. Jesús comprende nuestra necesidad de consuelo, de ayuda y nos invita a que en la intimidad, nos dirijamos con toda la confianza del mundo a nuestro Padre para pedirle cuanto nos haga falta.

    Jesucristo nos da testimonio de que está en continua comunicación con su Padre y nos invita a hacerlo. Jesús ora en el Bautismo (Lc3,21); en su primera manifestación en Cafarnaún (Mc 1 ,35; Lc 5,16); en la elección de los Apóstoles (Lc 6,12). Noches enteras pasa el Señor en diálogo de oración con su Padre (Lc 3,21; 5,16; 6,12; 9,29; 10,21 ss.). Jesús enseñará a sus discípulos que han de orar en todo tiempo (Lc 18,1). La plegaria de Jesús pone de manifiesto su confianza filial con Dios-Padre que se traducirá en la familiar expresión de Abba, Padre (Mc 14,36). Lo mismo sucede con las diversas peticiones que formula en la oración sacerdotal ( lo 17), poco antes de su Pasión (Mt 26,36-46; Mc 14,32-42; Lc 22,40-46), y en la petición por sus verdugos (Lc 23,34). Jesús -ante la pregunta de uno de sus discípulos- ha dejado a los cristianos no sólo el modelo de su propia oración, sino también el cómo y la manera de hacerla (Lc 11,1-4). El Señor instruye a sus discípulos para que hagan bien la ORACIÓN, sin charlatanería (Mt 6,5-15); con una postura de humildad, tal y como nos lo señala la parábola del fariseo y el publicano (Lc 18,9-14); en unión de la fe y la con- fianza, como requisitos de eficacia para él orante (Mt 11 , 24; Lc 17 ,5 ss.).

    Como podemos ver, esta oración privada es fundamental en la vida de piedad de todo católico. Ahora bien, no debemos olvidar que todos los bautizados formamos parte de la Iglesia (y en ese sentido somos parte del cuerpo místico de Cristo); el Señor nos dijo que "donde están dos o tres reunidos en mi nombre , allí estoy yo en medio de ellos." Mt 18,20 La oración también puede hacerse en conjunto con otras personas, incluso Jesucristo le da tanto valor que promete "estar en medio de nosotros" cuando lo hagamos. Esa es la oración pública, la que se hace en nombre de la Iglesia, por un ministro destinado legítimamente a este fin (CIC, can. 1256; v. III). Este tipo de oración suele tener un carácter eminentemente litúrgico, como le ocurre al rezo del Oficio divino. Santo Tomás le llamaba a esta oración común; y considera que debe realizarse en voz alta para que el pueblo fiel tenga conocimiento de ella. La oración privada es la que ofrece la persona individual por sí misma o por los demás.

    Una vez que hemos entendido la diferencia entre oración pública y oración privada, llega el momento de comentar la oración que se expresa hacia afuera de forma visible y externa (o sea con palabras) y la oración que hacemos sin palabras, sin que nada en nuestro exterior lo exprese, pero que se da dentro de nuestra mente como un acto de raciocinio. Cuando la oración se exterioriza con palabras se le llama oración vocal.

    Don Antonio Royo Marín, O.P. nos dice en su Teología Moral para Seglares que "La oración vocal está al alcance de todos. No se requiere de una fórmula determinada, si bien la ofrece insuperable el Padrenuestro. Para que sea verdadera oración es preciso que se haga con iatención (toda distracción voluntaria es un pecado venial de irreverencia) y con profunda piedad."

    La la oración es interior, sin que existan palabras habladas, se le llama oración mental. En ella el diálogo con Dios se realiza mediante nuestra razón y nos dirigimos a Dios hablándole con nuestra mente. Esta oración puede ser un diálogo con el Señor (recordemos que para el católico la oración no es necesariamente un monólogo) y en ese sentido la oración mental se llama discursiva porque, en efecto, es un discurso.

    La oración, nos enseña Santo Tomás de Aquino, es una un acto de raciocinio, sin olvidar que nuestros sentimientos y afectos forman parte de dicha acción. La oración debe dejarnos una resolución práctica y concreta. La oración en la que predominan los afectos sobre el entenidmiento es afectiva que cada vez qeu se simplifica más se convierte en oración de sencillez.

    Ahora bien, además de la oración discursiva, hay otro tipo de oración mental que es la contemplativa. En ella se da un total recogimiento de los sentidos y un "silencio interior" que nos permite escuchar mejor a Dios. Es, efectivamente, como contemplar a Dios, pero no es un contemplarle con la vista, sino una contemplación del alma.

    La oración contemplativa (también conocida como mística), es de gran profundidad. Las almas con un gran avance espiritual pueden recibir de Dios grandes dones y un inmenso gozo en la oración contemplativa. En esta oración, Dios puede permitir que nuestra alma tenga un recogimiento, una paz y un sosiego excepcionales. Con ello llega una quietud derivada de la presencia de Dios que cautiva la voluntad y llena el alma y el cuerpo con una suavidad y un deleite imposibles de describir con palabras.

    Hay un punto en la vida de oración en la cual se puede dar una unión intensa en la que todas las potencias del almas se cautiven y estén absortas en Dios. Esta unión puede ser tan fuerte e intensa que se suspenden los sentidos internos y externos. El alma no ve nada ni oye nada de lo que ocurre en el exterior. Es lo que se llama una unión extática. Y el alma que ha logrado traspasar todas estas corrientes de la vida interior, llega a una transformación total en Dios, en donde ambas partes se entregan totalmente la una a la otra.

    Todo cristiano puede llegar a estos puntos en una cumbre de la vida interior. La santidad está al alcance de toda alma que sea verdaderamente fiel a la gracia y generosa al servicio de Dios. Todo lo que hemos descrito en el párrafo anterior no está reservado para unos pocos aristócratas del espíritu, por el contrario, en el desarrollo progresivo y normal de la gracia santificante ocurre. La unión con Dios en un sentido pleno debería ser el preludio normal de la visión beatífica, alcanzado en este mundo por todos los fieles bautizados. Esto nos lo enseña Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz, plenamente de acuerdo con los principios más firmes de la teología católica. El concilio Vaticano II ha proclamado con fuerza el llamamiento universal a la santidad para todos los hombres sin excepción (Constitución Lumen gentium c.5).

    Hemos recorrido un buen camino hasta ahora, pero no nos perdamos de la vía principal. Hay muchos tipos de oración, y conforme se avanza en ella la Gracia de Dios comienza a actuar más y más en el alma, pero no olvidemos nuestro concepto fundamental. Y respondiendo a la primera pregunta ¿Qué es la oración? recordemos que

    "La oración es la elevación del alma hacia Dios o la petición a Dios de bienes convenientes"

    domingo, 15 de agosto de 2010

    Testimonio 1ra parte


    Saludos seguidores del blog 2+2=5, mI nombre es

    Félix Núñez Mejía .

    Crecí en el ceno de una familia no cristiana, mi papa Testigo de Jehová y mi m

    am

    a solo estudiaba en la universidad recuerdo que en contra de la voluntad de mi papa.

    Fui forzado al igual que mi hermana a asistir a las reuniones en el Salón del Reino de los Testigos de Jehová y a salir a predicar cada domingo como se acostumbraba en es

    e entonces le hablábamos a la gente del reino de Dios y su justicia le vendíamos la atalay

    a y la revista Despertad que en ese entonces costaban 25 centavos, desde mi niñez vi a los testigos de Jehová como el único medio de vivir eternamente (Los testigos de Jehová no util

    izan el termino salvación) hasta que desgraciadamente y sin darme cuenta se cumplía la voluntad de Dios en mi vida Iniciaba el Plan de Salvación que Dios tenia para mi, Falleció mi papa y como mi

    mama y mi papa se habían separado fui a vivir con mi mama, junto a mi hermana, desde hay El Señor inicio Operación Puerta, Jesús no desaprovechaba la oportunidad de hacerme un llamado pero yo por mi inmadurez lo rechazaba y hasta una vez dije “ Mejor ateo que Católico” pero Jesús no se canso siempre estuvo frente a mi puerta para que yo le abriera, pero que va nunca escuche.

    El Gancho

    Jesús sabia mi debilidad las mujeres tenia yo 19 años cuando mi hermana asistía a un grupo de Oración “ARCA DE LA ALIANZA” me invito tras la insistencia de mi Mama pero mi hermana le pidió a una amiga de ella que en ese momento a mi me gustaba mucho a ir al grupo de oración al que yo accedí sin titubear ya que lo que quería es estar cerca de ella para enamorarla, no me daba cuenta que había caído en EL GANCHO, si Jesús había puesto una trampa de la que no me podría escapar una Mujer (Por una Mujer entra el Pecado y por una Mujer somos salvados) Jesús sabe como y cuando lo hace.

    Fui aquel domingo a la reunión ya estaba a las 4:30 y el grupo era a las 5:00 pm porque la amiga de mi hermana me había dicho que iba a llegar temprano, pero Dios sabe como hacer las cosa hay estaba todo el mundo menos ella y como ya estaba hay pues comencé a hacer lo que todos hacían solo para que no me abordaran al terminara el grupo ya que no pensaba volver. (¡Buena estrategia la mía! ¿No?).

    Todo mi plan salía bien pero el de Jesús salió mejor en el momento de la oración Jesús me toco tras querer ayantar a los Servidores no me di cuenta que estaba abriendo mi corazón a el y el aprovecho la brecha entro y me hizo ver lo bueno que es estar en el sentí Paz, Alegría una felicidad que nunca había experimentado, gozo que nunca paro, así inicia mi vida con el y así a continuados hasta hoy.

    Próxima: publicación Mi testimonio 2da parte

    sábado, 14 de agosto de 2010

    Dos + Dos = 5

    Dos+Dos=5

    No es una operación errónea es un calculo exacto de mi historia de salvación, fácil de resolver con la siguiente ecuación.

    M (Y x ES) = XTO +y = 5

    María X espíritu Santo + El Padre = Jesús + yo = 5 Somos Cinco en mi historia de salvación atreves de María, Yave por el espíritu santo Concibió a Jesús, El Cristo redentor de mis pecados que al conocerlo soy parte de su cuerpo.

    Atreves de este Blogger Intento llevar salvación, si la salvación y el encuentro que yo tuve con Jesús de Nazaret, el espera por ti como también espero por mi sin impacientarse.


    “En él hemos sido redimidos por su sangre y hemos recibido el perdón de los pecados, según la riqueza de su gracia,” (Efesios 1,7)

    Pero que es la Salvación?

    Es el término con el que se designa la acción y el fruto de la obra de liberación de reconciliación cumplida por Dios a través Jesucristo y comunicada mediante el Espíritu Santo. " La salvación en Cristo, atestiguada y anunciada por la Iglesia, es auto comunicación de Dios: ´Es el amor, que no sólo crea el bien, sino que hace participar en la misma vida de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. En efecto, el que ama desea darse a sí mismo´ " (Efesios 1,7) Cristo mismo, en cuanto es personalmente alianza entre Dios y la humanidad, puede denominarse "la Salvación".

    La Iglesia católica dispone de todos los medios para la salvación como la Revelación mediante la Palabra de Dios, las Escrituras leídas con la Tradición viviente, los Sacramentos, los vínculos concretos de comunión de la vida eclesial.

    Espero que puedas encontrar como yo la salvación en Cristo Jesús.

    Bendito seas.

    Próxima Publicación “MI Testimonio de Salvación”